Por Clelia Conde
Cuando alguien se acerca a la escuela a veces tenemos dificultades para explicar cómo se desarrolla la enseñanza. Muchas veces es muy brumoso para el recién llegado comprender las diferencias entre un seminario, un grupo de trabajo y un grupo de lectura.
Encontré una solución: lean El Hilo. El Hilo es claramente un seminario porque se nota en su lectura que hay quien lo conduce, quien tiene una lectura previa y una interpretación de lo que se juega en el seminario propuesto, Verónica Cohen. Sus clases indican, orientan y recapitulan los trabajos que otros van haciendo. Su aliento está en todo el recorrido y empuja en una dirección, con la tenacidad y la perseverancia que la caracterizan y de la que casi todos en la escuela somos de una u otra manera deudores, aunque a veces no lo sepamos del todo.
Eso es un seminario una lectura y una interpretación propias de la enseñanza de Lacan.
Pero El Hilo es también un grupo de lectura, a lo largo del escrito leerán lecturas -valga la duplicación- del seminario, lecturas puntillosas o lecturas que toman un aspecto del texto y lo desarrollan, lecturas que se ofrecen a aquellos otros que también a su vez harán lecturas.
Y el Hilo es también un grupo de trabajo, hay una investigación en curso, hay preguntas que conducen desde el primer libro hasta este que es el tercero, preguntas claves sobre la posición del analista, sobre cuestiones de la clínica, sobre los problemas de la práctica que se presentan en los centros asistenciales, sobre presentaciones diferentes de la estructura, sobre interrogantes de la relación con el mercado y las dificultades de sostener el psicoanálisis en relación a otras prácticas que abaratan la economía del sujeto. Esto se percibe a lo largo del desarrollo pero a su vez se precisa teóricamente en el apartado que trabaja Alicia Russ.
De los tres libros presentados considero que este es el que revela la relación al discurso de aquellos que conforman este espacio. Precisiones, aclaraciones y desarrollo de lo que es en el psicoanálisis el discurso y sus rotaciones y reversos que se captan en el diálogo posterior a las presentaciones pero que muestra impecablemente en funcionamiento Adriana Hercman en los dos capítulos que hablan de la ubicación de la impotencia y la imposibilidad en relación a lugar del saber en los distintos discursos.
Las preguntas son dirigidas con honestidad, no para el lucimiento personal, sino con genuino interés y las respuestas que se van brindando no conforman una “completitud” términos que explica Victoria Moreno en su desarrollo de las teorías de Godel y Hilbert.
Hace muchos años conversando con Norberto Ferreyra algunos criterios de publicación, él me dijo, basta con que lo que se explica esté correcto. Bueno, lo que aquí se explica está no sólo correcto sino dicho de una manera que sin simplificarlo lo deja al alcance de la mano. No nos es dado de comer en la boca, predigerido o con tintes universitarios, pero es puesto de tal manera que nos sentimos menos solos en la lectura de un seminario tan transversal -en el sentido de la cantidad de cuestiones que recorre -como lo es el seminario al que se han abocado El Reverso del Psicoanálisis.
Este libro nos acompaña, se puede leer todo de tirón o se puede utilizar sus partes para aclarar puntos de difícil acceso en el seminario. Se puede leer Rayuela, salteando partes o comenzando de distintos lugares.
Cuando decía lo difícil que es explicar la enseñanza en la escuela, la decisión de dar clases que no llevan un orden cronológico sino más bien topológico, sé perfectamente lo que esto implica en cuanto al trabajo entre colegas. El que sigue debe confiar en el anterior y en el que luego vendrá, debe poder leer las cuestiones que han quedado abiertas en las clases anteriores y no debe quedarse con la última palabra sino dejar abierto, creyendo que otro continuará. Muchas clases son apertura a otras, abren muchas cuestiones como es el caso del capítulo de Dora Daniel .
Este libro termina con las publicación de Dos paneles realizados bajo temas que hacen a los problemas cruciales del psicoanálisis. El primero Algunas consideraciones sobre el fantasma.Allí encontraran entrelazamientos con la clínica e importantes puntuaciones en los trabajos de Rita Chernicoff, Laura Fumarco, Clara Salz sobre la determinación objetiva y subjetiva del fantasma. Aida Canán con su trabajo del fantasma y la relación al tiempo.
El segundo panel: La verdad es una proposición… sexual? recorre temas de lógica donde se encuentran consideraciones históricas y teorícas en la ponencia de Rita Chernicoff, la presentación de distintos enfoques respecto de lo que es una proposición en Miriam Allerbon, un exhaustivo trabajo de Alicia Hartmann sobre los problemas de la lógica y la verdad, la critica a la noción de verdad en las ciencias duras que concluye con una advertencia sobre los análisis tautológicos.
Retomando el principio, quiero mencionar aquello que en principio esbocé, hay una deuda de la escuela con Verónica que aprovecho este momento para nombrar: ha sido y es siempre la que nos impulsa, eyecta y proyecta a la publicación. Este libro si bien es espontáneo y se nota su construcción a medida que avanza, ha sido un seminario pero tiene siempre en su horizonte un libro. Un libro que se ha escrito hablando entre colegas. Señalo esto porque por su relación a la palabra hablada el analista es reticente a la escritura y el formato del Hilo, al tener en su mira la publicación hace algo con esa dificultad, algo bien analítico, distrae, deriva pero llega al punto.
El punto que esta vez cuenta tres.
No quiero abundar, porque el libro es abundante. Quedaremos saciados pero a la vez insatisfechos a la espera del Cuarto Hilo, que como toda cuerda será la que anude de manera distinta este tres.
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