Por Alicia Hartmann

Es un lugar común mencionar que una mamá apenas recibe su bebe en brazos en la sala de parto le cuente los dedos de cada manito, es casi una conducta automática que encubre la fantasía de que pueda tener una anomalía física más allá de los estudios y controles previos que en este tiempo la ciencia nos brinda.

También es un lugar común decir que los analistas que nos hemos dedicado a la práctica con niños preguntemos en ciertas ocasiones como fue el nacimiento del niño, sin pretensión de una anamnesis, sino para poder poner en palabras el deseo de los padres, es decir el lugar que un niño tiene en la estructura familiar. Al hacer esa pregunta se puede escuchar en un relato singular si un niño fue deseado o no, y también pueden relatarse las dificultades en torno al nacimiento de un niño. En muchos casos nos hemos encontrado con decepciones narcisistas profundas si el niño nace con dificultades, entre las que encontramos con frecuencia que éste haya nacido antes -o después- del tiempo esperado. Seguir leyendo «Un mundo feliz. Reflexiones sobre propuestas para una infancia feliz»