Desierto en exilio  escribe su nombre
vivo en pasajes, mixtura de idiomas,
lenguas de orientes y  occidentes
de llanuras y de valles
dialectos amanecidos y olvidados
montañas de ecos, resonancias perdidas
lenguas prohibidas alumbran la usurpación.
El solsticio enciende de traducciones
el lazo entre las lenguas
marcas de otro en paisaje propio.
Universos ajenos, leguas de sonido
en letras vociferan la multitud
extasían su lumbre de voces habitadas,
ínfimo arbitrio acentuado cae
relata agonías,  resplandores de éxtasis
en marcos de ventanas traslúcidas.
Traduire,
lenguas habladas, lenguas escritas
siglos literarios en acervo los trazos en piedras
multiplican la voz,  atraviesan  fronteras,
 pueblan de letras los márgenes,
intermitente mareo de la noche unísona.
Pobladores del vacío, paisanos del decir
auscultan de fervor intercambiable
noches de palabras por venir.
Sera el viento su nombre dado
traslaciones de huellas y sus sombras
madrugan de porvenir la desilusión.