El acto de fundación de nuestra Escuela por Oscar Masotta y otros, sostuvo la transmisión del discurso del psicoanálisis en referencia a la obra de S. Freud y J. Lacan. Fue en 1991 el año en el que se instituye el Pase en nuestra Escuela, habilitando a que la experiencia del análisis fuera transmisible. Como el mismo Lacan dice en su “Discurso de la Escuela Freudiana de París”: “Es de la precariedad del pase de donde espero se sostenga un analista de la Escuela (AE). Es la garantía de que se realice el procedimiento del pase, que el pase se pueda llevar a adelante en una Escuela”.
Es la invención de este dispositivo, a nuestro entender, lo que inscribe una diferencia respecto del clásico didáctico de la IPA, cuyo sustrato es la creencia en la jerarquía.
Una serie de interrogantes se suscitaron en la Secretaría de Biblioteca que nos llevaron a abocarnos a la cuestión del Pase, eligiéndolo como tema de la revista La Mosca de este año. En la “Proposición del 9 de octubre de 1967” Lacan aspira a que con el Pase se produzcan testimonios de lo que para cada pasante ha sido su entrada en el discurso del psicoanálisis. Sabemos que, a diferencia de otras escuelas, en la EFA no necesariamente coinciden un pedido de Pase con el final de un análisis. En este sentido nos preguntamos: ¿cuál es la posición de nuestra Escuela?
Este número 25 de nuestra revista lleva por título “Pase y fin de análisis”, donde los convocados a participar lo hicieron bajo la consigna de dar cuenta de su propia experiencia en el dispositivo, ya sea desde el lugar de pasador, pasante, más-uno del Cartel del Pase, integrantes de la Comisión de Garantía.
Que los escritos que conforman esta nueva edición de La Mosca oficien de soporte para que la experiencia de cada uno sea transmitida. Esta ha sido nuestra apuesta.