Por Florencia Arias

Algunos textos nos despiertan, en este caso con apoyo de la voz.

Norberto Ferreyra en la entrevista realizada por Roberto Bellorino y Marta Del Citto, en el programa Radiofonía el 29 de noviembre de 2022, por Radio Monk, titulado: “El psicoanálisis y el hacer con el malestar en la cultura”, conversan de varios temas. Advienen menciones, principios, puntos claves para los que trabajamos o nos interesamos en el discurso del psicoanálisis. Señalo algunos con los deslices propios de quien ahora escribe (sepan disculpar la distancia entre uno y otro, o para entrar en tema: con eso trabajamos). Sólo me detendré en el último punto:

El psicoanálisis como el único discurso que se ocupa de los avatares de lo que sucede cuando uno habla con otro.

Un psicoanálisis es posible con las reglas de atención flotante y asociación libre.

 Lo que se logra con el psicoanálisis es un añadido que es la cura.

 Es por el hecho de que hablamos que hay un malestar. Hay un hiato entre el cuerpo y el significante que nos constituye como hablantes. En eso trabaja el psicoanalista, en el hiato, es ahí donde se va a alojar.

Depende de cómo el otro escuche que alguien hable, por eso Lacan pone la resistencia del lado del analista.

Toda clasificación como analistas, es para defenderse.

La cultura es todo producto que nace de hacer con la cosa.

Diferencia entre cultura y civilización.

Todo lo que se prohíbe es porque se puede hacer. No se prohíbe lo que no se puede hacer.

Hay algo que no se junta con la cultura ni la pulsión, sin embargo está siempre en la grieta marcando esa diferencia entre el significante y el cuerpo.

Todas las cuestiones que no se pueden juntar sin embargo existen por lo imposible, lo que es un resto.

Lo más difícil para alguien –para nosotros– es reconocer lo que es de uno. Porque entonces sí se ubica al otro.

El dejarse tomar como un objeto amado y no identificarse con ese objeto, permite que el otro haga todo lo que quiera hacer con ese objeto amado. Hay un límite que es un «no del analista», y eso tiene que surgir como interpretación. El «no» se dice de muchas maneras para que se pueda mantener el lazo. Mantener quiere decir, que el otro no logre que yo lo haya sustituido.

El psicoanálisis no promete, sino trata de practicar que otro destino sea posible

 “Aún no” atañe a la práctica del análisis, al tiempo, a la función del resto.

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