Por Clelia Conde
Este comentario no pretende ser una presentación del libro de las autoras mencionadas, presentación ya sucedida, impulsada por Ediciones Kliné y a cargo de Verónica Cohen, Noemí Sirota y Clara Cruglak.
Mi pretensión es marcar algunas de las líneas de trabajo que se deducen de los artículos allí reunidos y que han sido desarrollados en el marco histórico de las luchas y teorizaciones del feminismo para aportar otra mirada sobre la feminidad.
Feminidad, o feminización que sabemos desde Freud no toca únicamente a las mujeres sino que afecta al varón a partir del Complejo de Castración.
Feminización que es también fundamento de la posición del analista y de la dirección de la cura, en tanto la entrada al discurso también la supone.
Entonces, no voy a adentrarme en cada capítulo particularmente- son recorridos que precisan singularidades de la posición femenina con mucha fineza- aunque los recomiendo con entusiasmo sino en algunos interrogantes que recorren este libro y hacen a las dificultades que en torno al tema se presentan en la clínica.
Las ilustraciones elegidas, las personas y personajes son de una fuerza inigualable en lo que hace a la pregunta “¿qué quiere una mujer?”
Violette Leduc, Medea, Mme. Bovary, Clotilde y Nora Joyce contestan en estos textos con su historia inscripta en el cuerpo.
Respecto de las peripecias de la identificación sexual en estos casos hay una lectura respecto de la ligazón pre-edípica con la madre y la señalan como sede de una dificultad en el imaginario.
La hipótesis se sostiene en la lectura de un déficit en la estructura de la castración que afecta el funcionamiento de el menos fi (símbolo) en la constitución del espejo, producto de la “fragilización” del a-sujetamiento de la madre al padre.
Los trabajos recorren distintas salidas subjetivas (la escritura, el pasaje al acto, el acting-out, el misticismo) salidas con distinto tono en la simbolización de esas posiciones histéricas que encubren muchas veces la melancolización y acarrean intensas dificultades en el tratamiento de la transferencia.
El efecto del capricho de la madre tornado en ley es leído a través de los distintos trabajos con la indicación de considerar el “estrago materno” como dato estructural.
Esto permite acercarse a temas tales como la segregación, el patriarcado y otros temas de absoluta vigencia en el lazo actual desde una perspectiva que toma preguntas y presentaciones que se quieren “más allá del falo”.
La lectura que provee el libro permitirá mantener vivos como interrogantes las preguntsa sobre la relación privilegiada del goce con el vacío y las relaciones con el semblant.
Todos estos interrogantes que se abren, muestran su trama sin salirse de las exigencias del discurso que nos reúne, el del psicoanálisis. Siempre sostenido en que para el análisis no hay verdad ni saber sobre el sexo, ni posibilidad de que el malentendido pueda prevenirse.
Las autoras con agudeza en la escucha nos orientan en la trama del deseo de “casos” tomados de la historia y la literatura que “hacen carne” el exilio de la relación sexual.
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