Palabras de CLELIA CONDE

¿Cómo ha sido posible que un libro diferido en relación al momento en que hubiera sido presentado sea a la vez un libro adelantado y sea también por primera vez?

Este libro que hoy sale para ustedes planea en diversos tiempos. Eso hace a su diferencia y a su vigor.

La diferencia principal es que es un libro, hemos querido y ha querido especialmente la responsable de Jornadas de esos años Patricia Mora que fuera un libro, no una recopilación de trabajos. Creo que eso le da una importancia política, una dignidad a este trabajo.

No puedo hablar por ella ya que ella también hablará pero puedo decir lo que para mi significa que el trabajo de Jornadas salga en este formato.

Por un lado podemos preguntarnos ¿qué significan las Jornadas en la escuela? Y particularmente qué significan las Jornadas Oscar Masotta. Como toda significación significa una resignificación del trabajo que se realiza durante el año, es una presentación -como también lo son las Primavera- hacia la comunidad analítica y un esfuerzo que pone a trabajar los lazos hacia adentro: es el momento del encuentro con todo el trabajo que se realiza e interiormente eso tiene resonancias para cada uno, cómo se posiciona, qué le sucede con el trabajo en que está y con los otros, qué significa estar en una escuela.

Eso es algo que va más allá del tema. Más allá de quienes efectivamente presenten. Más allá de cuales sean los invitados.

Los años previos a la realización de estas Jornadas han sido, sin duda, duros en lo político y en lo económico. Hemos sentido entonces que debíamos reflejar el esfuerzo que ha implicado para cada uno sostener la escuela.

A su vez, creo que será importante tanto para los que participamos como para los que lo lean, ver el recorrido hecho, porque muchos de esos conceptos y esas posiciones vertidas allí fueron luego sostén para la práctica  durante el aislamiento.

Un libro responde. Un libro es una manera de responder.

Este libro producto de las Jornadas tiene tantas respuestas como personas han hablado de lo que las interrogaba en relación a la experiencia y la trasmisión.

Han dicho:

Lo que se produce en un análisis tiene que ver con la dimensión del tiempo, la verdad, y con un nuevo lazo social.

Lo que lo que se produce en un análisis está en relación con la función del significante, con el saber no sabido, con la articulación de la pulsión, con la experiencia con la palabra, con la construcción del Sujeto Supuesto Saber, con la angustia.

Lo que se produce en un análisis es la entrada en un discurso, es la experiencia con lo imposible, es la construcción de condiciones para prender el goce, es la construcción del objeto “a”, es el asombro.

En estas páginas se dice que se produce un decir menos tonto,  una práctica del obstáculo, un porvenir, que se produce una ética a partir de la subversión del sujeto.

Del libro se desprende que en el análisis se produce  una autorización, se produce un “ llegar al acto” a partir de la conjunción del significante y la pulsión, se produce una aceptación del “no querer saber” que nos habita.

Las propuestas son muchas, y sin embargo lo que importa no son las respuestas sino cómo ellas han sido articuladas en la trasmisión de cada uno de los analizantes de su experiencia.

Los dejo aquí, a las puertas de esas razones y sus resonancias.

Palabras de PATRICIA MORA

El libro que hoy presentamos , es a consecuencia de la realización de las XII Jornadas Oscar Masotta y es la primera vez que contamos con una publicación de estas Jornadas.

Me parece importante comentar como están hechas las Jornadas ya que  así se puede contextuar mejor el libro.

En el corazón de las Jornadas Oscar Masotta, está, a mi entender, lo que Lacan indica con decisión, que lo más importante es el lazo social. Estas Jornadas son un modo de practicar el lazo social desde el inicio, la Escuela Freudiana de la Argentina, a través de su Directorio, organiza y convoca , invitando tanto a analistas de nuestra escuela como a analistas de otras escuelas e instituciones.

La invitación está en relación a debatir un tema que resulte de interés en la Comunidad analítica, lo cual requiere de lectura, no sólo de los textos sino de lo que circula en nuestro medio.

En esta oportunidad nos detuvimos en el hecho que en cuanto a la formación si bien había una vasta oferta, diversos abordajes no era para nada claro que estuviese presente o que se desprendiense de los mismos, que el psicoanálisis es un discurso que tiene consecuencias, a  entender de la Secretaría. Es decir, que es un discurso basado en su práctica y que su práctica a su vez es una práctica de discurso.

Así, proponer este interrogante ¿Qué se produce en psicoanálisis? Experiencia y Transmisión, condujo directamente a poner en juego las consecuencias.

Las consecuencias tanto de lo que se produce en un psicoanálisis y de lo que se produce en psicoanálisis. Poniendo en juego la posibilidad de tomar uno u otro o la relación necesaria entre ambos términos. Es decir, lo que se produce en psicoanálisis implica lo que se produce en un psicoanálisis.

Los otros dos términos del título, experiencia y transmisión, también podían tomarse tanto en relación a qué se transmite en la experiencia del análisis y lo que hace a la transmisión de la experiencia.

Entonces ¿Qué se produce en psicoanálisis?   Experiencia y Transmisión , encontró  resonancias diversas en los trabajos presentados y en las intervenciones que surgieron a partir de ellos. Esas resonancias son las que constituyen este libro.

Voy a nombrar algunas de ellas, el saber hacer del analista en relación a lo real imposible, la experiencia del inconsciente y sus formaciones, el hecho que en el análisis el inconsciente se hace discurso, el análisis en tanto es el arte de producir necesidad de discurso, el encuentro con la angustia y su objeto, el análisis en tanto se trata de cernir un goce ,el saber y la resistencia, el objeto a y el acto analítico ,el pase.

La diversidad de cuestiones tratadas y tan atinentes a la experiencia del análisis, a su práctica, hacen de este libro un libro ágil, divertido. Es un libro vivo no un compilado de trabajos.

Al final encontramos el Panel Pre-Jornadas ¿Qué se transmite y qué resiste en la formación del analista?,  está en el final para leer retrospectivamente su función de orientación .

El libro en su conjunto cumple su función de transmitir el psicoanálisis y también transmite un modo de entender la transmisión de la Escuela, que es en el lazo social y en encontrar, cada vez mejor, lo que de oportunidad al decir.

Y así entonces, como decía Oscar Masotta,  que las palabras no pierdan la capacidad de sorprender.

Estas Jornadas llevan su nombre y en 2019 se cumplieron 40 años de su muerte, decidimos homenajear su vida.

Para finalizar quiero mencionar a quienes intervinieron para que este libro este hoy aquí.

Adriana Hercman Directora de la Escuela y  Directorio por dar continuidad a la decisión del Directorio anterior de esta publicación.

A María Gabriela Correia Responsable de la Secretaría de Publicaciones por haber materializado este E-BOOK.

A mis compañeros del Directorio 2019-2020 por acompañar la inciativa y a Clelia Conde, Directora de ese período, por el apoyo.

A Paula Naccarato y Clara Zylberstjan por la colaboración.

Y a Luis Felipe Yuyo Noe por la imagen de su pintura Estructura para un paisaje, que nos acompaño en las Jornadas y hoy en el libro.

Ahora lo que sigue es que, para quien lo desee, aventurarse en su lectura.

Palabras de NOEMÍ SIROTA

Hola, buenas noches a todos. En principio, quiero agradecer a María Gabriela Correia por la invitación a hacer esta presentación y también a Patricia Mora por lo que se ha dicho, por toda su insistencia y su deseo puesto en la construcción –me gusta también decirlo así– de este libro y, por supuesto, en la realización de La XII Jornadas Oscar Masotta 2019.

Lo que voy a decirles hoy, de alguna manera coincide con lo que hemos escuchado en las presentaciones de Clelia y de Patricia. ¿Por qué? Porque yo me dejé tomar por la lectura de este libro y, entonces, lo que les traigo son algunas reflexiones acerca del efecto que produjeron en mí, lo que pude saber, han sido los avatares de la construcción de este libro y su lectura.

Es así que yo considero que este libro, y el producido que constituye este libro, el producto, la producción que hay aquí es un hecho de formación, es un hecho de formación que hace a la manera en que se practica la escuela en la Escuela Freudiana de la Argentina. Y es un hecho de formación en el sentido de practicar la escuela y en el sentido de la transmisión en las generaciones. Ese valor cobró para mí al poder leerlo. Digo Practicar la escuela contando con una política que requiere hacer hablar, dejar hablar.

¿Por qué? ¿Por qué digo que es un hecho de formación? Porque pensamos la escuela  en el sentido que ha tenido para los estoicos,  hacer escuela, en el sentido de no participar en una escuela que ya está hecha, sino de hacerla, hacerla cada vez. ¿Y de hacer escuela de qué? Hacer escuela de una enseñanza, como dispositivo de transmisión

En ese sentido, me parece que el subtítulo de estas jornadas, estos dos significantes que articulan experiencia y transmisión, demuestran en la factura del libro que esos dos significantes se van a articular según se digan las cosas, según se practique y según se haga con eso.

Me parece que ahí es apropiado introducir la cuestión del h(a)cer con la “a” entre paréntesis, que  propone como escritura Norberto Ferreyra, también para hacer escuela. ¿Qué quiero decir con esto? El hacer escuela escribiendo h(a)cer con la a entre paréntesis me parece que hace a toda la cuestión de lo que implica introducir un tiempo para hablar de lo que es practicar la escuela y me parece propicio el momento en la presentación de este libro para hacer de ese tiempo para hablar de lo que es practicar la escuela.

Ya mis compañeras dijeron de esta doble entrada que tenemos respecto de lo que es ese hacerse hacer, eso que practicamos como discurso. Digo doble entrada en el sentido de que es en el análisis el lugar donde se transmite lo que produce el psicoanálisis, como está bien dicho en varios trabajos del libro, es el lugar de elaboración de la pulsión en ese lazo social que produce la experiencia del análisis. ¿Por qué? Porque es un hablar asintiendo al inconsciente y eso ya da toda su especificidad.

Esta cuestión está planteada también en varios textos de estas jornadas y de este libro. Es un modo de leer y articular ese objeto a, que es una letra y que da razón de una práctica de discurso. Hacer razón de ese objeto a es tomar y dar ese tiempo de las sesiones en el análisis, hacer con ese tiempo un tiempo que no es subjetivo pero que hace lugar al sujeto como efecto de su decir, que no es imaginario pero deja escuchar la incidencia real que el imaginario hace actuante y que no es ideológico pero es necesario discernirlo de la ideologia que pretende darle forma de época. Eso rige para el análisis y también para practicar la escuela.

El psicoanálisis, en su articulación con la lógica –como recordaba Patricia Mora en su presentación– de su acto, es el arte de producir una necesidad de discurso. ¿Cómo? Interrogando los términos con los que concebimos la práctica, interrogando esos términos con el decir de Freud. Lo que se habla da “materia para hacer sujeto en un análisis”, hace a ese materialismo de la eficacia de la palabra (mot)1 , del alcance de la palabra como acontecimiento.

Cuando hablamos de la práctica del análisis, lo que se escucha es siempre un decir analizante. Cuando estamos hablando ahora, cuando estamos en una clase, cuando presentamos un trabajo de cartel, siempre lo que se escucha es un decir analizante porque el analista no habla. Un individuo afectado al inconsciente, es decir, efecto de una división. Hacer lugar a lo que hace escuela de una enseñanza es producir allí una escucha que en su resonancia hace lectura, una lectura que escribe, una forma de entender la conjetura de Lacan.

El analista se autoriza en sí mismo, lui meme, y eso es soporte de formación, ¿pero cómo? Ese sabido que proviene de caer en la cuenta de que un saber lo ha parasitado por su saber inconsciente, cómo se las ha arreglado en su deseo por el hecho de que ha sido hecho por la lengua materna, un saber al que se resiste en el mismo momento en que se lo descubre, todo esto concierne al análisis en el dispositivo y tiene como articulador el acto analítico. Ahora bien, la experiencia en la transmisión, la práctica de escuela está completamente comprometida con las consecuencias de ese acto analítico y he aquí donde encuentra su razón. ¿Su razón qué cosa? La pregunta por la transmisión de la experiencia y, entonces, también resuena en lo que es la Proposición de Lacan para una escuela analítica.

¿Qué quiere el texto de la Proposición? Se trata de someter los dichos y los conceptos o, mejor dicho, la forma como concebimos la práctica del análisis al mismo análisis que el decir de un analizante, producir una escucha que en su razón hace resonancia, hace lectura, una lectura que escribe. Otra vez la conjetura. De este modo, entiendo que podemos aprehender la conjetura que Lacan plantea para invertir la relación clásica entre escritura y lectura.

Esa conjetura también tiene resonancia en la Proposición, en la Proposición del 9 de octubre cuando Lacan dice su pretensión de una escuela que reclute por el inconsciente y plantea el gradus subvirtiendo las jerarquías. Postula entonces una escuela que determine su grado por su articulación a las formaciones, que no es otra cosa que las formaciones del inconsciente, y que declara su política como la del síntoma analítico.

Presentar este libro,  esto que se da a leer, en este formato e-book es presentar uno de los modos en que hacemos la escuela en esta escuela, hacer escuela de una enseñanza por necesidad de discurso. Este e-book es hoy un producto de un trabajo que son muchos trabajos de escuela. Tiene una materialidad digital en la que podemos leer esa “moterialidad” que implica la palabra como acontecimiento. La palabra escrita, pero que transporta en sus beats, en sus gigas, en sus megas esos murmullos que nos dijimos unos a otros el 4 y el 5 de octubre del 2019 y que hoy son causa de lectura, eso que nos dijimos en presencia y que hoy se dejan leer de este modo.

Si lo que se produce en psicoanalisis se deja leer en la formación, esto nos permitiria, es mi idea;  al leerlo , poder decir algo  de cómo entendemos el Grado en la escuela ¿El grado se da a leer? ¿El grado se escucha? ¿Qué es el grado en una escuela de orientación lacaniana tomando en cuenta que Lacan propone  considerar el grado subvirtiendo las jerarquias? Qué es el grado si no es militar ni eclesiástico, si no es suficiencia ni acumulación? ¿Qué decimos cuando decimos que el grado subvierte las jerarquías? Hay trabajos en este e-book, producido de escuela, que propongo que hagamos la experiencia de preguntarnos “qué quiere el texto”. Cada trabajo, ¿qué quiere? Parto de la idea de que en cada texto puede haber un intento, un deseo de hacer pasar algo. Quiere algo de quien lo lea, lo sepa o no. Quiere algo del lector al que se dirige y lo que está allí en el texto puede estar o no articulado en discurso.

Uno puede pensar, cuando lee un texto, el grado de formación, que no es medible por la cantidad ni por la exuberancia del saber de quien lo ha escrito. El grado de formación da la forma cómo quien escribe concibe, por ejemplo, la transferencia, la repetición, el inconsciente, la pulsión.

Mi propuesta es un modo de tomar esta producción de las jornadas como una experiencia y su transmisión, así leerlo y extraer consecuencias de eso. Cada uno de nosotros puede, en su ocasión, formar parte de esa instancia de escuela que designa un AME (La Comisión de Garantia) o el cartel de Pase que produce una nominación de AE.

Entonces, ¿por qué no hacer lugar a una práctica de lectura del trabajo del compañero para ejercitar esa lectura que interroga dónde un trabajo transmite o encalla? Este e-book es una gran ocasión para ese ejercicio.